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El Instituto Internacional de Derechos Humanos - Capitulo Bolivia, se une al dolor que hoy invade a las familias ucranianas y rusas, el enfrentamiento y la guerra no son opciones en tiempos de reconocimiento y consolidación de supremacía de la raza humana, con un gran potencial creativo que debe orientarse a preservar la vida, no a la confrontación, no a la muerte, no al dolor, no a la destrucción, no al egoísmo.

Esa preeminencia de la raza humana, debe generar capacidad intelectual y sensible para propiciar la generación de escenarios de diálogo abierto, sincero, en los que predominen los intereses superiores de los seres humanos en lo relativo al derecho a la vida, a la paz por encima de cualquier otro interés que pretenda imponerse.  La vida es primero, la seguridad del género humano esta primero, es condición ineludible para restaurar o preservar la dignidad humana y su propia subsistencia. Y de esto deben hacer carne los países en conflicto.

En tiempos beligerantes, sin duda se hace igual imprescindible, el respeto y vigencia plena del Derecho Internacional Humanitario, cuya mayor expresión encontramos recogidos en la Convención de Ginebra, la que debe ser respetada y aplicada en todo su rigor y alcance, primero están el derecho a la protección absoluta a las personas que no participan o que han dejado de participar en las hostilidades, al trato debido a los prisioneros, a las personas civiles en tiempo de guerra, como formas en que se deben librar los conflictos armados.

Los organismos internacionales no deben ser convidados de piedra, no deben propiciar la muerte con su silencio cómplice, por el contrario deben poner a funcionar todos sus andamiajes, deben aplicar sus instrumentos y no descansar hasta lograr que la paz sea restaurada, sólo así dejarán en evidencia que son útiles, que son fructíferos, que tienen una razón de ser válida en tiempos difíciles para los países en conflicto.

Finalmente hacemos un llamamiento firme y enérgico a que la paz se restaurada de manera urgente. No se permitan niños huérfanos, no se permitan vidas mutiladas.

La vida es primero.