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Socialismo y Populismo en América Latina
por Tomás Goobar, estudiante de Comunicación Social
Durante muchos años y en la actualidad, existen gobiernos en Latinoamérica que la opinión pública y periodística consideran izquierdistas o centroizquierdistas; sin embargo, a menudo se los suele catalogar como gobiernos con ideologías socialistas.
La realidad es que esta categorización no podría estar más lejos de ser verdad; esto se debe a que hoy en día se tiende a pensar que el socialismo y el populismo son la misma ideología.
El socialismo es una corriente ideológica política, social y económica que abarca una gama de sistemas socioeconómicos que se caracterizan por la propiedad social de los medios de producción (proceso de estructuración o reestructuración de la economía sobre las bases socialistas) y la autogestión de empresas por parte de los trabajadores. La propiedad social puede ser de índole pública, colectiva o cooperativa.
La ideología del socialismo critica los males y las injusticias del capitalismo trascendiéndolo como un sistema socioeconómico autodenominado moralmente superior.
Sin embargo, el socialismo no es comunismo; los “comunistas” se distinguen por ideas que en ellos estaban más claramente afirmadas que en el socialismo, como la realidad de la lucha de clases de la que deriva la necesidad de la revolución para alcanzar una nueva sociedad. Esas experiencias fueron ruinosas: la ex URSS y todas sus repúblicas europeas fracasaron brutalmente.
Ahora bien, debemos de definir también que es el populismo.
El populismo es una tendencia política que pretende atraerse a las clases populares con beneficios materiales (dinero, mercancías, etc.-). Esta es una ideología que se basa en la distinción y la oposición dualista entre “el pueblo” y “la elite”. Muchas personas tienden a pensar al populismo como una corriente política con características objetivas, destacan aspectos como la simplificación dicotómica, el anti elitismo, el predominio de los planteamientos emocionales sobre los racionales, la movilización social, etc.
Dentro de Latinoamérica el populismo es desarrollado de distintas maneras:
Estructuralista
La estructuralista define el populismo como un tipo de régimen político que se sustenta en una alianza multiclasista y un liderazgo carismático con el objetivo de implementar el denominado modelo de desarrollo de industrialización por sustitución de importaciones.
Económica
La económica, que tiene un sentido peyorativo, identifica el populismo con «un conjunto de políticas macroeconómicas promovidas con el fin de ganar elecciones, pero que, una vez implementadas, terminan por generar niveles de gasto insostenible y desencadenan, tarde o temprano, profundas políticas de ajuste».
Político-estratégica
La tercera definición, la político-estratégica, concibe al populismo «como liderazgos personalistas que son capaces no solo de movilizar a una gran cantidad de votantes que no tienen vinculaciones entre sí, sino también de montar una maquinaria electoral con escasa institucionalidad que es dirigida por el líder personalista en cuestión».22?
Discursiva
En cuarto y último lugar, la posición discursiva define el populismo como «la construcción de una identidad popular que articula una serie de demandas insatisfechas mediante la identificación de una elite que se opone a los designios del pueblo». Hay que señalar que esta última definición se ha extendido fuera de América Latina gracias a la influencia de los escritos del pensador argentino Ernesto Laclau.
Por su parte el también argentino Juan Santiago Ylarri propone como los rasgos que más frecuentemente se encuentran presentes en aquellos movimientos catalogados como populistas los siguientes: rechazo a los profesionales de la política; desconfianza en las instituciones públicas existentes; diálogo directo entre la dirección del movimiento y la base social; voluntad de movilización y participación; retórica nacionalista; liderazgo caudillista.
Si bien existen diferentes maneras de entender y definir al populismo, esta ideología y forma de gobierno no encaja sobre las bases del socialismo.
Ahora, ¿es cierto que los gobiernos actuales de Latinoamérica y América central son en su mayoría socialistas? La respuesta es sencilla: no.
El populismo es una forma de dominación autoritaria que incorpora a los excluidos de la política.
Desde la teoría de la dependencia, se puede entender al populismo como una fase de la historia de la región ligada a políticas de sustitución de importaciones. Son movimientos multiclasistas de la burguesía industrial, la clase media y el proletariado. Son movimientos y regímenes políticos-económicos donde se distribuye el ingreso, se suben los salarios mínimos en busca de una mejor calidad de vida y se promociona la organización sindical.
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