La actividad tuvo lugar en la Academia Nacional de Medicina y la intervención del IIDH-América comenzó con la ponencia de Nerina Da Rin, quien se refirió a la conflictiva relación entre los derechos humanos y los avances tecnológicos; dichos avances desafían a la ética contemporánea e interpelan los Derechos Humanos como actores vívidos de los procesos de cambio.
A su tiempo, Daniel Herrendorf se refirió al derecho a la muerte, invitando a la audiencia a reflexionar sobre todos los procesos en los cuales la ética nos pone en jaque: si la decisión ética es dolorosa y compleja, la humanidad ha preferido -históricamente- las soluciones inadecuadas por rápidas. Asimismo, expresó que no hay una historia de la ética pero sí se puede verificar su trayecto, cosa que realizó en su conferencia.
Finalmente, Juan Antonio Travieso se refirió a las formas en que la bioética debe actuar frente a experiencias recientes, que verifican computadoras de altísimo impacto y potencia capaces de modificar el idioma en el que hablar otorgándole un patrón, es decir, diferenciándose de lo propiamente humano. Dichas experiencias de humanización robótica -semejante a los desesperados intentos de clonación- deben preocupar al desarrollo de la ética.
El Congreso contó con la presencia de un centenar de expertos-oyentes, y además de los miembros de este Instituto, hablaron también los expertos Alexia Ratazzi, Roza Aizen, Hernán Seoane, Rubén Revello, Adrián Barceló, Patricia Cudeiro, Maria de los Ángeles Minatel, Maria Susana Ciruzzi, Gustavo G. de Simone, Mariano Asla y Antonio R. de los Santos.
El IIDH-América y el Consejo Académico sobre ética en Medicina firmarán este año un Convenio de cooperación académica común.