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El conflicto entre Rusia y Ucrania no es nuevo, se remonta hace más de 30 años cuando en 1991 la disolución de la Unión Soviética convierte a sus territorios en repúblicas independientes. Rusia siempre ha tenido influencia en el territorio ucraniano, por eso teme que la OTAN acepte a Ucrania en sus filas debido a que desembocaría en una perdida directa de la influencia de Rusia en el territorio.

En el año 2014 con las protestas de ciudadanos ucranianos proeuropeos en contra de su presidente Víctor Yanukóvich, quien es mas afín a las ideas del Kremlin, desembocaron en enfrentamientos que acabaron con la huida de Yanukóvich del país. En ese momento, Rusia aprovechó ese conflicto para invadir Crimea, que se encuentra en el sur de Ucrania. Esta zona se volvería estratégica para Rusia ya que se convertiría en su salida al Mar Negro.

El conflicto ha dejado vulnerables los derechos económicos y sociales en Ucrania. El aumento de los precios de los productos básicos, los insumos médicos y los alimentos están afectando directamente el derecho de la población al acceso sanitario y a un adecuado nivel de vida. La educación también a salido afectada estas ultimas semanas debido al cierre de escuelas por razones de seguridad.

Durante los conflictos en 2014 y 2015 que desembocaron en la toma de Crimea por parte de Rusia, miles de habitantes debieron ser evacuados, los que regresaron se encontraron con una economía totalmente devastada. Por otro lado, durante el conflicto hubo cientos de ejecuciones extraoficiales, secuestros, torturas y desapariciones.

Cuando se llevan a cabo conflictos militares, se debe proteger a la población, se debe de estar atento a las violaciones del derecho internacional humanitario, también llamada “ley de guerra” y al derecho internacional de derechos humanos.

Sin embargo, hay que evitar a toda costa llegar a tales extremos, ya que una guerra dejaría devastada a Europa y no habría vencedores, solo afectados. Los conflictos ente distintas naciones se deben solucionar de forma diplomática, en busca de un acuerdo que beneficie a ambas partes con el objetivo de cuidar a la población vulnerable y proteger los derechos esenciales de cada ser humano.